In search of Alice Part 2

… Estuvimos alrededor de 1 hora, acechando a un par de ciervos lo bastantes maduros como para poder saciar a Jasper, evitando cualquier riesgo de más.
Le mire absorta desde la copa de uno de los árboles mas bajos que se encontraban en Forks, cerca de un pequeño riachuelo. La forma de abalanzarse sobre los indefensos animales era admirable para alguien con tan poca experiencia como yo, 6 décadas transcurridas con un pequeño cambio, casi invisible e ínfimo.
El animal de manera casi difícil de percibir para un simple humano, fue quedando completamente seco. Le mire a los ojos tratando de notar algún indicio de tranquilidad pero lo único que vi fue verlo correr en dirección diagonal saltando el pequeño río, mire su rastro aún confundida ¿porque correría?... Olfatee el ambiente, el olor dulce y cálido, y los pequeños pero coordinados latidos de 3 corazones, me hizo darme cuenta de lo que realmente pasaba… Se sentía débil, temía fallar… eran humanos, lo mas probable era que anduvieran cazando, como NOSOTROS.
El olor se me hacia indiferente, o tal vez era que toda mi preocupación estaba puesta en Jasper, corrí siguiendo su rastro en dirección al norte de Forks, la velocidad que fue adquiriendo me hizo volver casi invisible, eso al menos era un ventaja considerable. Cuando al fin fui sintiendo una gran concentración de su aroma en el área me detuve y mire en cada rincón con el fin de encontrarlo.

Jasper: Aquí estoy- dijo a mis espaldas, instintivamente lo abracé y el respondió completamente.
Destiny: Es mejor dejar pasar esta conversación y continuar la caza, es tiempo se esta agotando y Alice nos espera.- Jasper me miro con consentimiento y volvimos a retomar el curso…

Forks no había cambiado mucho desde la ultima vez que lo visite, todo permanecía casi ‘intacto’, las casas pintadas de blanco con el tiempo se decolorando y cayendo parte de la pintura, las calles estaban en completa tranquilidad, y el pueblo se mantenia en armonia pese a que hace un tiempo lo habito un aquelarre de vampiros, el nuestro. Era increíble transitar por las mismas veredas que conocí hace 40 años y que nadie me reconociera, no era mas que una simple turista. Al internarnos en el ya conocido bosque aceleramos levemente el paso ya que Alice estaba tan solo a un par de kilómetros.